QUIÉNES SOMOS

Los X fiAdos somos un equipo de trabajo que organiza recitales para personas cuyas vidas están lejos de la música.

Los recitales están a cargo de músicos que sienten que su música debe llegar a la gente que la necesita.

Lugares para los recitales: paradores nocturnos, hospitales psiquiátricos, penales, hogares para personas con necesidades especiales, centros de alojamiento para chicos en problemas.

X fiAdos no tiene relación con iglesias ni gobiernos.


martes, 12 de octubre de 2010

Rock bajo el fútbol

Esta es la crónica del recital de Radar Silicona y Los Espléndidos, el 24 de septiembre de 2010

La realidad vociferaba que no era posible hacer ese recital. El trabajo interno de X fiAdos era apenas incipiente, no teníamos tiempo para organizarlo y sobre todo no teníamos bandas para llevar al Campeonato de Fútbol que jugarían equipos de discapacitados en el predio de la UTA en Moreno. No era posible hacerlo, no estaban dadas las condiciones. Pero X fiAdos no es sólo porfiado; parece que es también temerariamente optimista, tozudo y robusto, y da no lo que tiene sino lo que desea, y lo hizo. Es algo extraño: en su vida individual cada XfiAdo tiene, unos más, otros menos, frenos y refrenos que quizás no le permiten el despliegue pleno de sus talentos y aficiones, pero X fiAdos es diferente a la suma de los X fiAdos. Pinta con ambición de soñador en grande, neto corte de acción y el ímpetu y la fuerza necesarios para conquistar los sueños haciéndolos realidad. Tiene unas gotas de la sangre de los visionarios que lanzaron utopías. Quizás X fiAdos se acabe mañana, pero el día del recital en el Campeonato de Fútbol Especial vi esa sangre con mis ojos.


Rock y Fútbol

En seis canchas se jugaban seis partidos simultáneos, con el enamoramiento argentino de fútbol, con ese encarnizamiento del juego que no respeta diferencias. En un costado de las canchas estaban, alrededor de las mesas en fila, los familiares de los jugadores, sus amigos, los integrantes de las asociaciones, hogares y organizaciones que los contienen. En otro costado estaba dispuesto, con gran despliegue, el escenario.
Llegaron con puntualidad Los Espléndidos y Radar Silicona. No es moco de pavo conseguir que dos bandas de músicos sean perfectamente puntuales —es lo que digo de los logros de X fiAdos. Y eso fue sólo un anuncio de la entrega que estaba por llegar, en la forma de puro rock en tropel, por parte de Los Espléndidos, y de profesionalismo y alma por parte de Radar Silicona.
La música sacudía el formidable cielo de la primavera y se mezclaba con los gritos vehementes de los jugadores. Rock y Fútbol, combinación mayúscula para sacudir a la gente cuya vida se alimenta, ante todo, del ánimo. Entre jugada y jugada, los jugadores bailoteaban y canturreaban un tema de Creedence, un ritmo fanático o un blues gritado desde el fondo.


Radar Silicona lo sabía

El arrebato de los días previos impidió que X fiAdos se reuniera con los músicos de Radar Silicona. Fue una falta grave, porque X fiAdos tiene la misión de transmitirle a los músicos su idea sobre qué sucederá cuando estén tocando; qué tocarán en el público, qué le sucederá al público cuando ellos toquen (los músicos tocan instrumentos con el cuerpo, tocan música con los instrumentos y tocan con la música a personas que necesitan el contacto). Fue una falta grave, pero los X fiAdos se encontraron con que los músicos de Radar Silicona de algún modo ya lo sabían todo. Por eso no hubo necesidad de convencerlos para que tocaran, antes bien, apenas se les mencionó la necesidad de hacer el recital, saltaron como resortes. No sólo que confirmaron inmediatamente su presencia, sino que hicieron esta oferta capaz de desarmar al último escéptico: estaremos siempre.
Las primeras bandas con las que trabajamos eran de amigos. No hubo que explicarles muchos; sólo fue: vengan. Pero a esta altura estamos hablando con bandas a cuyos integrantes desconocemos. Estamos en el momento de crear la manera de convocar: cómo hacer contacto con una banda, cómo explicarles de qué se tratan los recitales de X fiAdos. A veces oscilamos entre las estrategias de pedirle por favor a una banda que venga y la de mostrar lo que hacemos para que se sientan convocadas. La médula de la propuesta de X fiAdos es que se produzca el arco voltaico entre los músicos y la gente, y para eso deben darse estas condiciones: la gente debe necesitar que los músicos vayan a tocar, los X fiAdos tienen que arder porque se produzcan los recitales y trabajar en ello bien y hasta el final, y los músicos deben sentir el fuego sagrado, tanto que deben querer, necesitar, anhelar, tocar su música para la gente que no tiene otra forma de escucharla, más allá del pedido de X fiAdos.
Y vuelvo a decirlo una vez más, es lo que sucedió con Radar Silicona.


A levantar

Creo que por ello es que comprendieron la relación con la gente. Tras el recital Diego Tomasevich los entrevistó con la cámara de video y en la entrevista se relató la experiencia del recital en el Parador Retiro: “En un sentido al principio fue horrible para Radio Ska, la banda que llevamos, porque el ego de los músicos siempre está famélica, pero la reacción del público era poco menos que de indiferencia, y en algunos casos de hostilidad. No hubo entusiasmo, ni siquiera bienvenida. Uno de los X fiAdos llevó a una de las chicas de la banda por un tour bravo en el área de las camas (el Parador Retiro es un espacio único en un gigantesco galón). Faltaban diez minutos para que empezara el recital y en una de cada tres camas estaba acostado un tipo.«El desafío —le dijo el guía a la chica— no es tocar bien ni gustar, sino levantar a esos tipos. Están tirados en la vida. Están caídos, abatidos, tumbados, como árboles a los que se les cortón la raíz. Ustedes no vinieron para recibir aplausos, sino para provocar que esos tipos se levanten». Y así fue que sucedió. No sólo levantaron a muchos, sino que el final efectivamente se hizo una muchedumbre que bailó y ovacionó”.


Que los cumplas feliz

Acabo de recibir una carta del X fiAdo Tomate en la que recordó un episodio del recital en el Torneo de Fútbol Especial. Termino este informe con su relato maravilloso:

Yo quiero recordar de esa tarde en Andar, que cuando estábamos tocando, y pasado el quinto tema las barreras se habían caído, y todos éramos viejos conocidos cantando y baliando y haciendo pavadas, un chico que participaba de la liga deportiva, con su vestimenta de jugador impecable, se acercó corriendo a decirme algo que le parecía urgente contarme: "Hoy es mi cumpleaños" Yo tuve dos segundos de total emoción que se extienden hasta este momento. Termino de contármelo y nos miramos unos segundos, estallamos en un mini festejo, con gemidos y gritos de amigos borrachos diciendo cosas ininteligibles que celebraban el cumpleaños. Me hizo sentir tan bien, tan útil, tan no al pedo. Le debo tanto a ese chico, y a esos momentos que vivimos en estos lugares adonde vamos, que estoy seguro que debe ser por eso que esto es tan adictivo. Inmediatamente le cantamos el feliz cumpleaños con la banda, él no lo esperaba, porque sólo quería contarme que ese día era su cumpleaños. Una vez que terminamos de cantarlo, nos abrazamos, y él supo que para mí, y entiendo que para todos nosotros, era muy importante saber que ese día era su cumpleaños, como también era muy importante estar ahí, cantando entre otras canciones, el feliz cumpleaños para él. Puedo pegarme un tiro en este momento, y estaría bien, sólo por esta emoción.

Bravo, Tomate.

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