Esto no está dirigido a cualquiera, sino a las personas que producen música.
Y no a cualquiera que hace música, sino a aquellos músicos que, a veces cuando tocan, se sienten de algún modo poseídos; sienten que no son ellos exactamente quienes tocan, o son ellos, pero sienten que algo se toca a través de ellos.
Algo, que no se sabe qué es, se mete en el mundo utilizando al músico y su instrumento; algo nuevo, que no existía antes. Algo como un Ser.
Este es para los músicos que entonces sienten una alienación, pero a la vez nunca están más vivos que en ese momento.
Tenemos cierta idea de qué cosas hacen los músicos con su música: simplemente la tocan, la mejoran en los ensayos, la graban, la proponen para que otros la escuchen y luego otros y así construir una carrera profesional que les deparará riqueza, fama y la posibilidad de no hacer otra cosa que música.
Si no llegan a ser estrellas, tocan la música para amigos y las personas que concurren a los bares donde pagan para dar recitales.
En fin, tocan por tocar, para conseguir fama y dinero, para ser músicos.
También sabemos que algunos músicos necesitan que su música alcance el fondo de otros.
A muchos músicos les ha sucedido que han hecho contacto con otras personas cuando hacían su música. A esos músicos les hablamos, porque ahora necesitamos que hagan contacto con algunas personas que están en problemas y les haría insospechadamente bien que un músico con su música alcance algo muy profundo, tieso y tapado de barro que tienen en el fondo.
Esas personas son gente que ha vivido muchos años en la calle, o está encerrada en una cárcel, o en un centro para chicos, o en un hospital psiquiátrico, o en un hogar geriátrico.
Es gente que está el borde, que ha perdido las contenciones indispensables para vivir. Gente que ha encontrado como forma de sobrevivir, el no vivir. Quedarse quieto, no comer, no anhelar, no rebelarse, no ser.
Necesitan que alguien vaya hasta ellos y les diga que merecen algo bueno. Que alguien haga ese movimiento que va de una persona a otra, saltando por arriba del egoísmo, el individualismo, el prejuicio e incluso la razón.
Ustedes los músicos pueden hacer eso con su música, con aquella música que se toca a través de los músicos y viene a poner sentido en el mundo.
Es exactamente lo que necesitan esas personas: un sentido.
Si te sentís convocado por este mensaje, ponete en contacto con nosotros.
Gracias.
